“Seguirán lloviendo ranas"

Leo que Arsuaga, el paleontólogo, afirma que Adam Smith influyó en la visión planetaria de Darwin.    

Es decir, la sociedad progresa de forma similar a como lo hace la naturaleza.

Esta aseveración me llena de esperanza, y concluyo que, si el mercado y la naturaleza seleccionan desde la constancia y las capacidades de cualquier criatura, es obvio que debemos apuntarnos al CAP, Club de la Actitud Positiva, así de fácil.

Sabemos quiénes y qué somos si nos detenemos a pensarlo con humildad, solo cinco minutos.

Sabemos qué hacemos bien, qué hacemos regular o mal y qué no hacemos, y lo sabemos porque cada uno de nosotros lleva tiempo escribiendo su propia biblia, esa que contiene milagros, fracasos, experiencias gratificantes y desatinos llenos de parábolas geniales.

Hemos conocido gente que nos ha bendecido y otros que prefieren no volvernos a ver, quizás porque no les ha gustado lo que les hemos mostrado de ellos mismos.

Incluso nos hemos equivocado en alguna ocasión. Somos la suma de las historias que estamos hartos de contarnos.

Quizás ha llegado el momento de no escuchar a aquellos que hablan del futuro como si fuera la número once de las plagas de Egipto, que dicho sea de paso se ha demostrado científicamente que eran consecuencia unas de otras en orden ascendente.

Tenemos una buena noticia: nos espera el presente, ni más ni menos: trabajar en la dirección adecuada, reflexionar para optimizar nuestros recursos, poner en valor nuestras capacidades, buscar con rigor a quien nos necesita, ser creativos e innovadores y componer el ecosistema adecuado para que los demás también lo sean, beber del código fuente que fluye sin parar de nuestros contactos con el mercado, conseguir que trabajar divierta y que los valores importen más que el dinero.

Porque los mosquitos y los tábanos seguirán picando, las algas seguirán coloreando los ríos, la niebla nos seguirá visitando por las mañanas, el granizo cada día molesta más, los saltamontes empiezan a aproximarse a las gasolineras, nuestros primogénitos estarán bien porque no dejaremos que beban aguas contaminadas. Eso sí, en algún sitio lloverán ranas, seguro. No sería la primera vez.

Anterior
Anterior

Mejora tu productividad, gratis

Siguiente
Siguiente

CURSO DE COMUNICACIÓN EFECTIVA