Creatividad de la buena

Leemos en un libro de Antonio Damasio que a las plantas se les puede anestesiar, que se deprimen temporalmente bajo los vapores de un poco de sevoflurano, pero no son conscientes de ello.

Nos parece un buen momento, ahora que comienza el 22, para recordar que en la lengua de Shakespeare existe una palabra, “awareness” (conciencia) que se traduce como la capacidad del ser humano de distinguir el bien del mal, y se denomina  “conscience” (consciencia) a la capacidad de conocerte a ti mismo, percibir tu propia existencia y tu entorno. No podemos evitar señalar que según la RAE nosotros, hijos de Cervantes, incluimos ambas apreciaciones en una sola palabra: CONCIENCIA.

Estamos tan acostumbrados en el lenguaje diario a hablar de conciencia, sin s, que se nos olvida que la que lleva s, consciencia, supone identificar nuestra realidad y reconocerse en ella. Estamos viajando todos a través de los rituales que marcan nuestro despertar diario, yo me levanto y un flujo invisible me va impulsando para moverme hasta que vuelvo a la cama, agotado de vivir un día más.

Decía Antonio Damasio: “somos marionetas del dolor y del placer, de los que sólo nos liberamos en ocasiones gracias a nuestra creatividad”.

¿Sabemos inventarnos la vida? ¿Probamos a ser un poco más diferentes que ayer? ¿Empezamos a componer un 2022 distinto al 2021? A lo mejor nos sienta bien.

Os deseamos un 2022 lleno de creatividad, pero creatividad de la buena, esa que al compartirla desarrolla la conciencia colectiva y nos permite co-crear con nuestros equipos.

Equipo Desarrolla

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